Un olivo centenario preside la rotonda en honor al árbol que mejor define el paisaje espartinero, y que tras su trasplante, ya tiene sus primeros brotes, señal de que está vivo.
A la altura de la actual farola y con traviesas de madera se ha construido una elipse emulando un reloj de sol. El conjunto se ha rematado con la plantación de árboles y la colocación de grava decorativa. En los próximos días, se instalará iluminación artística en el letrero que permitirá su visualización en horario nocturno.