Historia

Historia

El municipio de Espartinas, localidad de la comarca del Aljarafe, ubicado en el sector occidental de la provincia de Sevilla y a tan sólo 13 kilómetros de la capital, presenta una historia de peculiares características. Lugar de nacimiento de toreros de gran renombre en las últimas décadas como lo es Juan Antonio Ruiz “Espartaco”, su paisaje se caracteriza por suelos de gran valor ambiental como huertas y regadíos. Amplios terrenos que se remontan a la época romana y aún antes, dedicados al cultivo del olivar y cereal. De ahí los enormes espacios terrenales dedicados en su inmensa mayoría al cultivo de la tradicional aceituna de mesa, que sólo ladean la parte norte del municipio.

Por todo este mundo agrícola que marcó la existencia de nuestro municipio se explica la existencia de numerosos cortijos y haciendas que aparecen repartidos de forma arbitraria por el entorno como son los casos de la Hacienda Tablante, Mejina, La Fortuna, la Casa de las Monjas o Nuestra Señora de los Remedios, entre otras. Los primeros datos sobre Espartinas con los que contamos datan de la época romana, debido a los numerosos hallazgos arqueológicos encontrados durante este período histórico. Se conoce que existieron núcleos de población que luego se convirtieron en centros musulmanes, tales como Mejina, Paterna, Villalvilla o Tablantes.

Los orígenes de esta localidad se disputan entre varios criterios. Unos piensan que derivan del nombre SPOLENTIUM, nombre que daría al lugar de los soldados procedentes de la ciudad de Spolleto. Otros suponen que su antecedente sea el topónimo SPARTUS, por lo que debió existir una villa perteneciente al patricio Spartus, que le daría el nombre. Por último, el de mayor peso entre la población parece ser derivado de los ESPARTALES, lugar donde se trasladaron los supervivientes de Paterna de San Bartolomé tras la grave epidemia de peste, fundando este nuevo pueblo. Durante la dominación musulmana fue una alquería más del distrito de Hish-al-Farah (San Juan de Aznalfarafe). Y ya en 1299 aparece Espartinas con tal en escritos, ya que sabemos históricamente que el Rey Fernando III intentó cambiarle el nombre por el Monasterios, cosa que nunca consiguió.

Durante el siglo XV, los vecinos de Espartinas tomaron parte de las luchas señoriales entre el Duque de Arcos y el Señor de Marchena, siendo partidarios de este último. El municipio poco a poco se fue concentrando en alquería o aldeas vecinos, que se van despoblando y reduciendo a los simples caseríos de las haciendas. Don Diego Caballero de Cabrera fue el señor de la villa durante el siglo XVII, creándose poco después el Marquesado de Tablante. Ya por entonces, el núcleo urbano se hallaba suficientemente consolidado y su lento crecimiento ha seguido por las irregularidades formas de la trama original.

Más tarde, la localidad crece hacia el sur, en perpendicular al eje fundamental de la carretera N-431 (Huelva-Sevilla). Su composición presenta un grupo de viviendas adosadas, ordenadas de forma regular sobre la continuación del antiguo viario. Al existir mayores pendientes en el borde oriental del casco, el crecimiento se orienta hacia el oeste. Las urbanizaciones de segundas residencias fueron poblando la zona, apoyadas principalmente sobre la carretera citada anteriormente y en dirección a Villanueva del Ariscal, como es el caso de Puerta de Hierro, Los Azahares, El Jardín, el Paraíso del Jardín, el Retiro. Actualmente presenta un gran núcleo poblacional de complejas características, que gracias a los desarrollos e infraestructuras necesarias hoy en día, se ha acondicionado por completo la zona, respetando por supuesto todo el proceso histórico mencionado anteriormente. El casco urbano continúa claramente esa dirección Este-Oeste, a lo largo de la carretera N-431, mostrando una continuidad hacia el sur, dirección en la que continúa el crecimiento del pueblo.

La trama urbana está jerarquizada a partir de su travesía por donde se cruza, a la que confluyen el resto de vías, con un trazo irregular. Importante resaltar la discontinuidad física entre el casco urbano tradicional y las nuevas urbanizaciones. Culturalmente, hay que considerar el patrimonio arquitectónico e histórico de Espartinas, que queda protegido en su totalidad. Edificios de gran valor patrimonial, como podemos citar: la Hacienda y convento del Monasterio de Loreto, Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y también las numerosas haciendas y cortijos convertidos actualmente en hitos históricos para la población, ya que marcan sus orígenes.

Para más información puede consultar la obra ESPARTINAS. HISTORIA, ARTE Y RELIGIOSIDAD POPULAR